OVULO UNIVERSAL

OVULO UNIVERSAL LA SALVACIÓN DE LA MUERTE QUE SE AVECINA

Vi entonces como el Sr. Brahama, en su tarima flotante, se dirigía hasta el lugar donde se encontraba Yami, esta terrible dama, de aspecto sombrío, con su piel blanca, que brillaba como una esmeralda blanca, pálida como la muerte, sus ojos fijos, acristalados, sin pestañear, su silencio producía un sonido profundo. En su cinto aquella cuerda temible, que paralizaba de miedo y frio a cualquier ser

que ella decidiera, sus pies descalzos no se movían al caminar, pues una niebla espesa la sostenía y movía. Se subió a la tarima, dejando tras de sí a sus cuatro hijos, que intentaban no moverse, pero no lo conseguían, la tensión del momento era inaguantable.

La tarima de aspecto acristalado llevó a Brahama y Yami hasta el centro del recinto, pero esta vez descendió hasta el suelo, entonces el Dios Creador del Óvulo Universal, indicó a aquella dama que se sentara en algo parecido a un sofá, que tenía el respaldo reclinado hacia atrás, ella lo hizo y permaneció mirándolo, esperando sus instrucciones, pero este simplemente se arrodilló y poniendo su frente en el suelo pronuncio unas palabras. Al mismo tiempo, todos los inmortales se arrodillaron y también pegaron sus cabezas al suelo, vi con asombro, como Mi Señor Narayana, hasta aquel momento no visible, aparecer de rodillas ante aquella mujer. El Ser supremo de rodillas ante aquella dama.

Oh Señora de la Muerte, todos nosotros dependemos de ti, todos los seres dependen de ti, si no existieras, la vida en todo este universo dejaría de existir, a lo igual que en eras anteriores, todas las semillas de cada uno de los diferentes seres, fueron llevadas en una nave para salvarnos del gran diluvio a todos y poder empezar de nuevo la vida, ahora todo depende de este Óvulo que viajará en el tiempo en tu vientre, para que podamos renacer al final de Kali Yuga. Nadie más grande que tú.

Vi como de aquellos ojos fríos como la muerte, salían lagrimas a borbotones, entonces dijo:

Así será, este Óvulo llegará a buen puerto, pues no hay ninguna fuerza que lo pueda detener, y aunque cuando llegue su hora, seré una simple humana, en realidad Yo seguiré siendo en lo profundo de mi corazón Yami la Señora de la Vida y de la Muerte, y todo ser que deseé en su corazón tener vida en el nuevo mundo yo se la daré

Todos se levantaron y se sentaron en sus respectivos asientos, Brahama con un gesto indicó a uno de sus sabios, un gran sabio evidentemente, que se acercara, este caminando por el patio, y haciendo un

gesto con sus manos, activó una caja que comenzó a subir del suelo, al llegar a cierta altura se detuvo, entonces el sabio sacó como la tapa de aquella caja, pero en realidad solo hizo el gesto pero no la tocó, entonces apareció el Óvulo, que permanecía flotando, no se apoyaba en nada, brillaba con una luz muy intensa, pero podía mirársele, pues su luz no molestaba los ojos, su color fluctuaba del amarillo al casi rojo, por lo que parecía el sol, pero al rato cambiaba e iba del blanco al azul, y se mantuvo así cambiando constantemente.

Entonces el sabio indicó a Yami que se desnudase, esta con un gesto se quitó su vestido, que era de una sola pieza, y quedó totalmente desnuda, vi aquel cuerpo perfecto, demasiado perfecto para mí, que soy un simple humano, aparté mi mirada, temía que mis bajezas, propias de los que vivimos en este mundo de miserias, deseara lo que no es posible desear. Miré todo el recinto, nadie pareció darle importancia a la desnudez de Yami, solo yo,  por lo que me avergoncé.

Entonces de los tronos pertenecientes a Vishnú, vi como el majestuoso Águila portador de Vishnú, al

cual temen pavorosamente los hombres-reptil, volando hasta el centro del recinto y colocándose detrás de Yami, se arrodilló y con un saludo de respeto, juntando sus manos se dirigió a ella:

Al ser portadora del Ovulo Universal, todos nuestros enemigos te perseguirán, eso no lo podemos evitar, pero te daré las alas, mis alas, que no las necesitaré en el viaje que voy a hacer con mi Señor, que nada mas estés en peligro te llevaran a un lugar, donde nadie puede llegar y allí permanecerás hasta que el peligro haya pasado. Podrás llevar a los que te acompañen, menos a tu esposo. Entonces vi como Garuda, el Águila inmortal de todas las aves, colocaba sus propias alas entre los omoplatos de Yami. Vi como ella las movía, las abría las cerraba, las replegaba y desaparecían y volvían a aparecer, para finalmente guardarlas definitivamente. Entonces Garuda, regresó a su asiento, pero esta vez tuvo que ser llevado por la tarima flotante, pues ya no podía volar.

Entonces vi como el sabio hacía un gesto a varios de los suyos, y estos se acercaron, vi como uno de ellos se aproximó a Yami, sus manos parecían llevar unos guantes muy finos, y comenzó a manipular el ombligo de ella, pero sin tocarlo, hacía los gestos como desamarrando un pequeño cordón, pero a unos centímetros del ombligo, y este comenzó a abrirse, hasta que quedo un hueco oscuro abierto del tamaño de una naranja. Seguidamente otro sabio introdujo un tubo, que era rígido al principio, pero

que cuando dejó de meterlo parecía un cordón umbilical, pero lo vi salir por su vagina, también este sabio, hacia todo sin tocar a Yami.Entonces el sabio que había destapado el Óvulo, lo empujó también sin tocarlo, hasta que quedó justo en el hueco donde antes estaba el ombligo. Nuevamente uno de los sabios, introdujo un tubo rígido por dentro del cordón que había salido anteriormente por su vagina y lo vi salir por el hueco del ombligo, quedando con una gran abertura.

Llegado a ese punto, todos quedaron quietos, me pareció que asustados, que no sabían si aquello iba a funcionar, entonces el Óvulo pareció encenderse y el solo entró, y estuvo un rato como moviéndose, se notaba que bajaba, se advertía un pequeño bulto encima del pelo púbico, hasta que definitivamente quedó quieto, otro de los sabios entonces cerró el ombligo y todos se alejaron evidentemente asustados, con sus ojos abiertos como platos.

María Magdalena, era la esposa de Jesús, intencionadamente

se ha borrado su figura de la historia, pues era la gran mujer

que llevaba en su vientre el Ovulo Universal, del que nacerán

todos los que formen parte del nuevo mundo, ya que el mundo

donde vivimos actualmente se está muriendo, La salvación

depende de lo que ella lleva en su vientre.

Vi como Yami se iluminó, su cuerpo irradiaba una luz, de igual manera que antes el Ovulo lo había hecho, su aura era muy fuerte. La luz de Yami cada vez se hacía más fuerte, los sabios instintivamente retrocedían, tenían miedo de lo que habían creado, entonces la luz de Yami  en vez de

irradiar, parece que invirtió su dirección porque vi como empezó a absorber la luz, y gradualmente fue poniéndose todo más apagado, hasta que todo el recinto quedó a oscuras totalmente. En aquel momento surgió una luz, proveniente de los mismos inmortales, pero parecía esa hora que hay entre la tarde y la noche. Entonces Brahama exclamó:

Las Fuerzas universales se han dormido completamente es hora de partir.