LAS SERPIENTES DE LOS HOMBRES ESTÁN VIVAS, PERO LA DE LOS ÁNGELES REPTILES Y DEMONIOS ESTÁN MUERTAS
Esta visión que voy a narrar, la he reescrito varias veces,
al describirla, se hace muy difícil su comprensión, por lo que he decidido que
por cada narración, realizar una explicación, que creo será de mucha utilidad,
para los que buscan, salir del cuerpo, y en general comprender todo su mundo
interior.
Me encontraba en un sueño normal, de esos que al despertarme
no recuerdo nada, oscuro, pesado, pero de pronto, vi como una bombilla, de esas
que dan luz, se encendía, pero lo hizo de una manera extraña. La bombilla
empezó a llenarse de un líquido, y en aquel momento se iluminó. Vi entonces que
me encontraba en un baño grande, con baldosas blancas brillantes, y en el fondo
vi a varias
mujeres, a las que conocía a todas, totalmente desnudas, haciéndome gestos de que me acercara. Era un sueño erótico, donde mis deseos y fantasías profundas se manifestaban, con mujeres que en la realidad, jamás me atrevería a proponerles nada.
mujeres, a las que conocía a todas, totalmente desnudas, haciéndome gestos de que me acercara. Era un sueño erótico, donde mis deseos y fantasías profundas se manifestaban, con mujeres que en la realidad, jamás me atrevería a proponerles nada.
Avancé hacia ellas, deseando estar rodeado por todas, y en
ese momento la fantasía se esfumó y quedé en ese mundo donde uno aun está
dormido, pero ya se hace consciente de que se va a despertar, por lo que uno ya
puede pensar. Por lo general los sueños eróticos, se producen al finalizar el
sueño, y son la antesala al despertarse. Pero en ese estado, deseando continuar
con mi sueño, me dormí de nuevo y aparecí en el baño, pero ya no continuaban
las mujeres que deseaba con pasión, y en cambio vi, que de una pared opuesta a
donde ellas se encontraban, había un hueco que al salir se apreciaba un suelo
con una bonita grama, que al finalizar era interrumpido por un muro.
Caminé hasta él, y cuando tuve un pie afuera del cuarto de
baño, y otro dentro, giré mi cabeza, y me di cuenta, que el baño era cambiante,
que desde que había iniciado el sueño erótico se había transformado varias
veces, mientras que el lugar a donde me dirigía era fijo, era un lugar que no
hacía
cambios, y todo estaba en su lugar todo el tiempo, eso me hizo entender que estaba en un lugar real fuera de mis sueños.
cambios, y todo estaba en su lugar todo el tiempo, eso me hizo entender que estaba en un lugar real fuera de mis sueños.
Salí, e instintivamente miré mis pies, allí estaban, eso me
indicaba que iba a tener una visión, pero a diferencia de la mayoría de ellas,
esta vez, no sentía ningún tipo de temor, estaba excitado, y deseaba con pasión
ver algo donde poder satisfacer mis pasiones. Esperé a que mis pies de hombre
cambiaran a unos de mujer, que era lo que normalmente sucedía, quería verlos
transformarse, pero nada pasó, allí seguían mis pies, me di cuenta, que eran
unos pies similares a los de mi cuerpo físico, aunque sin las asperezas, y
deformidades que tengo en ellos.
Llegué a la conclusión que La Mala, esa mujer a la que por
un lado temía, y por otro lado quería, no me llevaría fuera de mi cuerpo,
entendí que esta visión se realizaría dentro de mi organismo, aunque fuera del
mundo de mis sueños oníricos. Encontrándome de frente a aquella pared, a unos
metros de ella, no sé porqué, empecé a excitarme, algo tenía ese muro que
provocaba mi lujuria. Sentí que mi pene se ponía mas duro de lo normal, quise
verlo, pero no podía bajar mi cabeza para echar un vistazo, en cambio si me era
posible bajar la cabeza para distinguir mis pies.
La erección fue más intensa de lo normal, tanto, que sentí
un fuerte dolor en la punta, que al rato bajó su presión, al mismo tiempo que
note que mi pene se alargaba, seguidamente
volví a sentir ese dolor en la punta, debido a la presión, y volví a
notar que se alargaba, esto sucedió varias veces hasta que miré que en la pared
había una serpiente.
La serpiente, aunque sentía respeto hacia ella y actué con
precaución, no me producía la repulsión que normalmente sufro al ver una. Era
de colores muy intensos y variados, vivaz, llena de vida, subió por la pared
rápidamente buscando la cima del muro, evidentemente para pasar al otro lado,
pero al llegar al término del muro, una pared invisible le impedía el paso, por
lo que buscó a derecha e izquierda poder entrar pero aquella barrera invisible
se lo impidió.
Me quedé mirando fijamente todos los intentos de aquel
réptil por pasar al otro lado del muro, llegando a rodearlo ya que se alargaba
por un amplio perímetro. Una pared invisible, más bien una fuerza invisible, se
lo impedía. Entonces con sobresalto, vi que por el suelo, miles de serpientes,
iguales a la que había salido de mi, de colores muy intensos y variados,
vivaces, llenas de vida, hacían lo mismo que la mía, subían hasta la cúspide
del muro, e intentaban sobrepasarlo, pero al no conseguirlo, se movían en todas
las direcciones buscando una entrada, sin lograrlo. El muro quedó plagado de
reptiles, apenas se veían las piedras que lo conformaban, las serpientes
pasaban unas encima de otras, buscando un paso.
Había retrocedido, al ser sorprendido por aquella ingente cantidad de serpientes,
aunque no les tenía miedo, siempre es bueno mantenerse alejado de ellas, o por
lo menos estar muy atento, pues sea como sea, son serpientes y nunca se sabe
cómo reaccionarán. Entonces, de todo alrededor, aparecieron, otra vez, miles de
nuevas serpientes, más grandes, de colores oscuros, a las que se les notaba la
típica maldad que las caracteriza, las que avanzaban también hacia el muro,
aquellas, si me produjeron esa repulsión y asco, que le sucede a cualquiera al
ver una de ellas.
Retrocedí aun más, miraba con preocupación a mí alrededor, no fueran a picarme, me
inquieté por mis pies, que se movieron rápidamente hacia atrás. Mi mirada
recorría aquella ingente cantidad de reptiles, que avanzaban hacia el muro,
pero descubrí que algunos de aquellos asquerosos animales en realidad, se
movían lentamente, sin fuerza, mostrando gran debilidad, y aun otros quedaron
en el sitio, tan solo moviendo su cabeza de un lado a otro, algunas parecían
estar agonizando. Solo unas pocas llegaron a la base del muro, pero ninguna
llegó, ni siquiera, a empezar a subirlo.
Algo aliviado, aunque sin dejar de estar atento, recorrí con
la mirada todos aquellos reptiles, que en su mayoría no habían llegado al muro,
veía sus bocas abriéndose y cerrándose, me di cuenta que algunas querían atacar
a las serpientes que ya estaban en el muro, pero no tenían fuerza para ello.
Súbitamente vi como otro gran lote de serpientes, miles de ellas, apareció detrás
de las que ya agonizaban, y sin esperar, corrí hacia atrás lo más lejos
posible, fuera del alcance de ellas, pero cuando me sentí seguro y giré, lo que
noté, era que todas en este lote, estaban muertas, algunas enteras, otras con
su cadáver en putrefacción y otras con sus restos amontonados. Sentí alegría,
no sé porqué, al ver que aquellos últimos dos lotes de serpientes, estaban
acabadas, ya no tenían vida.
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